La última etapa de la producción antes del embotellado de la cerveza conlleva la adición de PVPP y/o kieselguhr para estabilizar la cerveza y separar los sólidos y las bacterias peligrosas para la cerveza, por último la cerveza se filtra. El kieselguhr, o tierra de diatomeas, es una roca sedimentaria silícea natural y blanda que forma una capa filtrante adicional en las bujías filtrantes mejorando así el proceso de filtración. La cerveza se envasa en la máquina de llenado en botellas, barriles o tanques. Para conservar el ácido carbónico en la cerveza, el llenado se realiza mediante un proceso de contrapresión que, al mismo tiempo, impide la absorción de oxígeno, asegurando así la calidad de la cerveza.

Para estas últimas fases del proceso de producción de la cerveza, KROHNE ofrece soluciones perfectas para la medida de nivel, presión, temperatura y pH. Los transmisores de presión ultracompactos para una instalación aséptica sin intersticios son aptos para medidas de nivel de tanques con una estabilidad a largo plazo. Los transmisores de presión diferencial modulares permiten el control inteligente del filtro de mosto. Los caudalímetros electromagnéticos OPTIFLUX de alta precisión son aptos para estas aplicaciones higiénicas difíciles. Además, KROHNE ofrece caudalímetros especiales para aplicaciones de embotellado. BATCHFLUX 5500, el equipo más preciso y pequeño en el mercado para el llenado de líquidos conductivos, es un ejemplo. Los sensores de temperatura higiénicos, de alta precisión y muy rápidos, son ideales para la monitorización de la temperatura. Por último, los sensores de pH potenciométricos, esterilizables y totalmente limpiables por autoclave, con transmisores integrados, pueden controlar de modo fiable el valor de pH en todas las etapas del proceso.